SYLVIA PARDO
"El Espejo" | óleo sobre tela - 1990
Colección Privada
             La verdadera caja de Pandora contenía un espejo, un espejo que seducía al que lo contemplaba, obsesionándolo con su identidad del momento, reduciendo su universo a un plano sordo. Así tuvo lugar el primer romance -sin amor- que, esclavo del deseo, descubrió el abismo. El que se enamora de su imagen se queda atrapado en el tiempo. Fue el dictamen labrado en la cerradura del baúl que la contenía. Pandora no lo comprendió y quedo atrapada. Todos los sufrimientos que integran el ego le fueron revelados al momento y así emprendió su viaje oscilatorio, alternando entre el placer cegado y el dolor visible, viviendo ahora comedias ya tragedias, y presa del sentir de un personaje. Ella solo espera el momento en que, fundiéndose con el espejo, finalmente quedara librada de el. | Texto: Pablo Rosenblueth