- ¿Y tú crees en Dios?

- ¿Cuál de todos?

- ¿Crees que hay muchos?

- Creo que existen muchas definiciones de dios -algunas de ellas francamente diabólicas.

- ¿Como cuales?

- Las que lo reducen a una fórmula, a una personalidad, o a un juez.

- ¿Y por qué diabólicas?

- Porque crean una obsesión con el mal.

- ¿Cómo?

- Haciendo del pecado el centro de su discurso.

- ¿Y eso es... malo?

- Bueno, digamos que aquello a lo que le damos atención es a lo que le damos vida.

- ¿Y tú qué enfatizarías?

- Que si el creador y su creación son uno, no hay lugar para nada que les sea realmente adverso o ajeno.

- ¿Entonces cuál es tu definición de la palabra Dios?

- La suma de todos los entes y eventos, en constante transformación y en eterna armonía.

- ¿Y entonces qué es el pecado?

- Es lo que habita la mente de los predicadores.

- ¿Qué clase de predicadores?

- Los promotores de la culpa, los repetidores ideológicos, los vendedores de futuros, los distribuidores

del ansia. Su religión es la duda... convertida en angustia y manipulada con promesas anestésicas.

- ¿Hambrientos de poder?

- Más bien indigestados de miedo.

- ¿Y cual es el lugar del mal entonces?

- Al fondo a la derecha, o sea el que le damos nosotros.

- ¿O sea que el universo es bueno?

- Sólo si Dios lo és.

- ¿Entonces no crees que Dios nos juzgue?

- No hay necesidad -nosotros lo hacemos todo el tiempo. Además, juzgarnos seria como juzgarze a sí mismo.

- ¿Y cual es la función de la fé?

- Yo creo en el creer, y creo que el que cree, crea.

- ¿Y no importa en qué creas?

- No mientras sepas que el creerlo te hara verlo.

- ¿Y que hay de la duda?

- La duda es la base de la verdadera fé. La certeza requiere de hipnotismo... o de iluminación.

- ¿Entonces no hay nada que separe al hombre de dios?

- Quizás... la ropa

- ¿Qué ropa?

- La del cuerpo -que le roba la gracia, la de la mente -que le roba el silencio.

- ¿Y qué sientes respecto a la vida eterna?

- Dejad que los muertos se ocupen de las resurrecciones.